El arte apareció al mismo tiempo que lo hicieron los
                  homínidos. Todo lo relacionado con la actividad del
                  ser humano requiere algo de arte para su desarrollo: construir
                  un albergue, prender fuego, tallar el arco, 
pinta
                  rocas o fabricar papel. 
                  Dotados con un impulso innato en el puño y, a partir
                  de la invención de la imprenta, los creadores de obras
                  de arte literarias, plásticas y arquitectónicas
                  aumentaron en forma sostenida. Es lógico que así sea,
                  ya que la satisfacción pura se consigue cuando materializamos
                  aquello que brota de nuestra propia mente creadora.
 dr.croxwell.